Este método requiere paciencia y dedicación, ya que implica el cultivo de las semillas hasta que se conviertan en plantas maduras. El proceso comienza recolectando las cápsulas de semillas maduras de las orquídeas Phragmipedium. Luego, se extraen las semillas y se desinfectan para evitar la proliferación de hongos y bacterias. A continuación, se colocan en un medio de cultivo estéril y se les proporciona las condiciones adecuadas de humedad y temperatura. Pasado un tiempo, las semillas germinarán y comenzarán a desarrollarse en pequeñas plántulas. Estas plántulas deben ser cuidadas con esmero hasta que alcancen el tamaño suficiente para ser trasplantadas.